jueves, 14 de mayo de 2015

Y para finalizar...

“Un niño, un maestro, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución.” Malala Yousefza l (Premio Nobel de la Paz 2014)

La educación es y debe ser para y a lo largo de toda nuestra vida, es una vía de transmisión de nuestra cultura de una generación a otra, y aquí la sociedad tiene mucho que decir, y debe hacerlo.  Los nuevos tiempos, la multiculturalidad, la tecnología, las nuevas sociedades, exigen nuevos métodos, nuevas experiencias educativas, nuevos currículum. Debemos, por lo menos, aceptar que la educación es un valor en sí mismo, que no debería estar sujeto a las condiciones políticas del momento, que lo que es bueno, aceptable, innovador para aquellos que pueden pagarlo, también lo es y debe ser para aquellos que acuden a la enseñanza pública, más allá de las aburridas clases magistrales.

Hemos visto como ya en el siglo XIX se produjo un gran avance en cuando a la importancia de la educación y las ideas educativas, y España supo aceptarlas y desarrollarlas, con un espíritu de libertad y preocupación por el individuo. Como, en los inicios del siglo XX se realizaron proyectos educativos diferentes a lo habitual en la época. También, y especialmente interesante, lo que supuso la educación para la II República, el gran interés para que llegara a todos y todas, para que la población, en general, pudiera disfrutar del placer de aprender, de conocer y la difusión de la cultura. Merece especial comentario el esfuerzo realizado por las Misiones Pedagógicas en ese afán, con la creación de diferentes secciones para acercar la cultura al pueblo. Pero para mí, la mejor de todas sin duda, “Museo del Pueblo”, en donde el Arte y su difusión era el elemento central. Desgraciadamente, todos estos avances educativos se vieron frustrados tras la guerra civil y la llegada al poder del franquismo, desapareciendo de forma brutal, no solo las experiencias educativas llevadas a cabo, sino también aquellos y aquellas  que colaboraron en ello, siendo perseguidos, humillados, desaparecidos, y en muchos caso, debiendo abandonar aquella profesión en la que creían, ser maestros. Esta etapa supuso el fin del siglo de oro de la educación española, para adentrarnos en una época en la que la educación fue subsidiaria para el Estado y pasó a manos de la Iglesia.

También hemos visto cómo se han llevado a cabo experiencias diferentes: La Escuela de Ferrer i Guardia, la Escuela Moderna, El proyecto innovador de los Jesuitas en Cataluña, etc., y hemos analizado a algunos de los personajes que colaboraron en el desarrollo de sus ideas educativas.

Es preocupante, como ya en el siglo XIX, Jules Ferry defendió la “enseñanza pública, laica, obligatoria y gratuita” y fue perseguido por ello. Y como, todavía, más de cien años después, seguimos reivindicando esos mismos principios. Aunque parece que ya nadie cuestiona el derecho a la educación de todos/as, no ocurre lo mismo ni en la forma, ni en el contenido, ni el lugar, en el que ese derecho debe ejercerse. Parece que lo público y laico, es una idea que, todavía hoy en día, sigue asustando a muchos, es como si hubiéramos avanzado poco en este terreno.

Se han realizado experiencias educativas que han supuesto un cambio respecto al modelo tradicional de la enseñanza, basadas en teorías y pedagógicas desarrolladas en los inicios del siglo XX, como por ejemplo en la Institución Libre de Enseñanza, y que supusieron un importante avance (proyecto innovador de los Jesuitas, la escuela estilo), pero desgraciadamente, siempre desarrolladas en centros privados, a los cuales no todo el mundo tiene acceso.

Debemos conseguir avanzar educativamente. La educación no debe estar sujeta a los cambios  de los diferentes gobiernos, con legislaciones cambiantes, en las que se potencia solo el interés del gobierno y no el interés general.

La educación debe dejar atrás el lastre de la clase tradicional, de la clase magistral, y tener en cuenta las exigencias de las nuevas sociedades. Adaptar nuestro currículum a los nuevos tiempos, lo que no debe suponer de ninguna manera, la desaparición de aquellas áreas de aprendizaje ligadas tradicionalmente a las humanidades, como es el caso de la Historia del Arte. No debemos olvidar, que en el Arte se refleja nuestra sociedad actual y las pasadas, y que es necesario potenciar la cultura como un elemento de análisis y crítica. Y todo ello debe desarrollarse primero en el ámbito público, en la educación pública, en aquella a la que todos y todas tenemos derecho a disfrutar en la mejor condición.

No puedo acabar sin mencionar la importancia del “maestro/a”… el currículum cambiará, el método cambiará, los estudiantes cambiarán, pero siempre se necesitará la voluntad del maestro, su experiencia, su conocimiento, su ánimo, sus enseñanzas para la vida. Su vocación, su profesión, los hace inigualables, y su recuerdo formará parte de nuestra vida.  El maestro no solo enseña, también aprende y lo hace dos veces, en un proceso complementario que se repite continuamente en su actividad, primero aprende para enseñar y después de conocer a sus alumnos y volver a aprender de esa experiencia,  seguir enseñando y de nuevo enseñar, y de nuevo aprender, en un ciclo continuo,  por eso decimos “Enseñar es aprender dos veces”, porque enseñando también se aprende.

Para terminar esta entrada me gustaría dejar un poema (canción) dedicado a los maestros  de Patxi Andión



Con el alma en una nube
y el cuerpo como un lamento,
viene el problema del pueblo
viene el maestro.


El cura cree que es ateo
y el alcalde comunista
y el cabo jefe de puesto
piensa que es un anarquista.


Le deben treinta y seis meses
del cacareado aumento
y el piensa que no es tan malo
enseñar toreando un sueldo.


En el casino del pueblo
nunca le dieron asiento
por no andar politiqueando
ni ser portavoz de cuentos.


Las buenas gentes del pueblo
han escrito al menestrerio
y dicen que no está claro
cómo piensa ese maestro.


Dicen que lee con los niños
lo que escribió un tal Machado,
que anduvo por estos pagos
antes de ser exilado.


Les habla de lo innombrable
y de otras cosas peores,
les lee libros de versos
y no les pone orejones.


Al explicar cualquier guerra
siempre se muestra remiso
por explicar claramente
quién venció y fue vencido.


Nunca fue amigo de fiestas
ni asiste a las reuniones
de las damas postulantes,
esposas de los patrones.


Por estas y otras razones
al fin triunfó el buen criterio
y al terminar el invierno
le relevaron del puesto.


Y ahora las buenas gentes
tienen tranquilo el sueño
porque han librado a sus hijos
del peligro de un maestro.


Con el alma en una nube
y el cuerpo como un lamento,
se marcha el padre del pueblo,
se marcha el maestro. (Patxi Andión)



Josefina Aldecoa, fundadora del Colegio Estilo


"Última clase de literatura y pedagogía" por Amelia Castilla



"Es necesario despertar en los niños el sentido crítico, la fuerza de razonar y sobre todo la imaginación. Hacer de ellos personas tolerantes".
Josefina Aldecoa





Este artículo escrito por Amelia Castilla nos relata la vida y la obra de Josefina Aldecoa, aunque quizá de una manera superficial, y lo que su muerte supuso para su familia y amigos. La vida de Josefina es digna de ser analizada y considerada en los más importantes círculos intelectuales relacionados con la educación y pedagogía. Por este motivo me gustaría ahora realizar un pequeño recorrido por su vida y sus ideales.



Josefa Rodríguez Álvarez, más conocida como Josefina Aldecoa al adoptar el apellido de su marido tras la muerte de este, fue una pedagoga y escritora española. Se crio en una familia de maestras (su madre y su abuela eran maestras arraigadas en el pensamiento de la Institución Libre de Enseñanza). Estudió en Madrid Filosofía y Letras y se doctoró en Pedagogía. Durante sus años de estudio en la facultad entró en contacto con parte de un grupo de escritores que posteriormente formarían la conocida Generación del 50: Carmen Martin Gaite, Rafael Sáchez Ferlosio, Alfonso Sastre, Jesús Fernández Santos y su marido Ignacio Aldeoca.

Fue la amistad con estos escritores lo que le motiva a crear en 1959, durante la dictadura franquista, un colegio basado en los ideales educativos de la Institución Libre de Enseñanza, el Colegio Estilo. Tras la publicación de su tesis (El arte del niño) sobre la relación entre la infancia y el mundo artístico, es con la creación de ese colegio cuando alcanzó la plenitud de su vocación docente. Este colegio abarcaba la educación infantil y toda primaria. su ideario educativo estaba basado en el respeto al desarrollo armónico de la personalidad del niño, el estímulo permanente de la creatividad, el espíritu crítico y el análisis de los conocimientos para favorecer una mayor comprensión de los nuevos conceptos adquiridos.



"Quería algo muy humanista, dando mucha importancia a la literatura, las letras, el arte; un colegio que fuera muy refinado culturalmente, muy libre y que no se hablara de religión, cosas que entonces eran impensables en la mayor parte de los centro del país"


El colegio apareció para cubrir la necesidad de una escuela libre, moderna y europeísta, proyecto apoyado por muchos por estar en desacuerdo con la educación del momento en España.

En él se sigue trabajando sin libros de texto y son los niños los que ilustran sus cuadrenos, como se hacia en el sistema educativo de la Institución Libre de Enseñanza. Ademas el arte toma una importancia vital, ya que es una asignatura fundamental desde los tres años, hecho que no ocurre en ninguno de los colegios actuales ya que esta asignatura queda casi extinguida

"El colegio sigue igual que cuando se fundó, tanto en el tipo de padre que eligen una educación liberal para su hijos, como en su procedencia, gente que ama la cultura y cree que todavia hace falta ese tipo de educación"

Si josefina Aldecoa pudo crear un Colegio basado en un líneas pedagógicas diferentes en un momento tan duro como fue el franquismo, deberíamos nosotros poder cambiar nuestro sistema educativo y crear nuevos proyectos de educación en los que los niños no sean meras máquinas de retención de datos y disfruten aprendiendo lo que se da en las clases, haciéndoles partícipes y protagonistas de su propio aprendizaje. De nuevo una actividad educativa diferente con la misma connotación que otras ya comentadas, centros privados. Es admirable y debe servir de estímulo el ver cómo estas iniciativas, amparadas en unos ideales de finales del siglo XIX, siguen de rabiosa actualizada, lo triste es analizar por qué después de tanto tiempo todavía no se han generalizado estos ideales a toda la escuela, pública y/o privada.

Recomiendo la lectura de su libro "Historia de una maestra", en donde la pasión por la educación es palpable desde el inicio.

miércoles, 13 de mayo de 2015

¿Hasta cuándo la clase magistral?

"¿El fin de la clase magistral?" por Luis Garicano


En este artículo de Luis Garicano, economista de Ciudadanos,  se nos habla de la diferencia entre la educación en un país como Holanda y nuestra educación, la cual, una vez más vuelve a encontrarse sustancialmente por debajo de la primera ¿A qué se debe esta diferencia?

Una vez más y en relación con el artículo anterior, volvemos a situarnos ante la problemática de la educación española. Ahora, Luis Garciano nos habla sobre la clase magistral, muestra otra vez del sistema educativo tradicional que encontramos en nuestro país. Este tradicionalismo en nuestro sistema educativo, viene dado como ya hemos dicho en anteriores ocasiones, por las muchas reformas educativas que hemos presenciado y como estas continúan sin adaptarse a las innovaciones que presenta la sociedad del momento. Estas clases magistrales se basan en clases meramente teóricas insistiendo en conseguir que los alumnos memoricen largas listas de datos. Esta forma de trabajo debería abandonarse, tanto en las universidades como en las escuelas públicas, en favor de otras formas de educación más innovadoras (muchos profesores, por iniciativa propia, están abordando temas de innovación en cuanto a métodos educativos para abandonar la tan criticada clase magistral).



En Holanda, como nos relata Luis Garciano, se ha creado un nuevo sistema educativo, donde se promueve un aprendizaje por descubrimiento, ya que los alumnos de último curso de bachillerato crear un proyecto sobre un tema nunca visto en clase y son ellos los que deben investigar sobre dicho tema.


Debido a esto me surge una pregunta… ¿Seremos capaces nosotros de llegar a abandonar el sistema de educativo de clases tradicionales basadas en las clases magistrales? En mi opinión esto será posible, cuando los políticos de nuestro país dejen de lado sus diferencias ideológicas, creando una única ley sin modificarse en cada legislatura y se centren en algo tan básico y necesario como la educación, ya que de ella dependen las generaciones futuras. 


"Transformad esas antiguas aulas; suprimir el estrado y la cátedra del maestro, barrera de hielo que lo aísla y hace imposible toda intimidad con el discípulo; suprimid el banco, la grada, el anfiteatro símbolos perdurables de la uniformidad y del tedio. Romped esas enormes masas de alumnos, por necesidad constreñida a oír pasivamente una lección, o a alternar en un interrogatorio de memoria, cuando no a presenciar desde distancias increíbles ejercicios y manupilaciones de que a penas logran darse cuenta. Sustituid en torno al profesor a todos esos elementos clásicos, por un círculo poco numeroso de escolares activos, que piensa, que hablan, que discuten, que se mueven, que están vivo en suma, y cuya fantasía se ennoblece con la idea de una colaboración con el maestro".

Francisco Giner de los Ríos.

Innovando en educación

"El modelo agotado de secundaria en la escuela conservadora pública y el horizonte de los jesuitas" por Xavier Martínez-Celorrio



“La realidad educativa nunca debe quedar apartada de las diferentes dinámicas que imponen los cambios que se establecen en los ámbitos culturales, científico-tecnológicos o sociales” (Ferrández, 1990)

Debemos contemplar la innovación educativa no como algo que surge al azar, sino que necesita de la participación, esfuerzo y apoyo de todos. La innovación educativa tiene una perspectiva multidimensional, implicando en la misma a los agentes de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Y entre ellos, y fundamental, el elemento cultural y social es esencial, porque sin lugar a dudas determinará la potenciación y empuje necesario para llevar a cabo esa innovación. En ese elemento cultural debemos estar presentes todos: docentes, discentes, familias, instituciones, políticos y actuaciones políticas, sociedad en general; solamente con el apoyo de todos conseguiremos realizar el cambio que nuestro sistema educativo necesita para llegar, por fin, a alcanzar esa actualización educativa de la que carece, no por falta de interés de los maestros/as implicados en el proceso, si no por el desinterés de los poderes públicos que lejos de apoyar cualquier iniciativa de cambio, la reprimen y poder, así,  garantizar el éxito de esa innovación. En la actualidad esta situación la vemos claramente en la enseñanza pública, cada vez más ahogada y menos apoyada, donde existe un conflicto de intereses y de acuerdos entre profesores, técnicos, etc., y políticos, sobre lo que es la educación y cómo debe ser.





Este artículo nos presenta una gran cantidad de argumentos perfectamente justificados en una crítica del sistema educativo español en comparación con los modelos educativos de otros países como Finlandia (siempre envidiada) entre otros. En él se critica el retraso que podemos ver en la gran mayoría de las escuelas de nuestro país, basadas en su mayoría en “una rigidez conservadora del formato que conocemos como escuela”. Nuestras escuelas, como bien define Xavier Martínez, se tratan de un modelo de fábrica con currículos imposibles de cumplir, profesores agotados y un alumnado totalmente desmotivado. En ellas se aprecian una didáctica tradicional basada en la memorización, donde se penalizan los errores mediante exámenes y no se personaliza el aprendizaje, en un contexto, donde ni profesores ni centros tienen libertad creativa para innovar.

Los culpables de este modelo educativo, estancado en cuanto a innovación se refiere, son nuestros políticos y sus políticas y leyes educativas, ya que muchos tienen miedo a realizar cambios bruscos en temática de educación. Sin embargo, nuestro ministro Wert responsabiliza a los profesores de no impulsar los cambios necesarios en didáctica. ¿Tiene razón Wert en esta afirmación?, Xavier Martínez nos aclara que no, ya que muchos centros (públicos) que se atreven a realizar innovaciones didácticas son perseguidos por la Inspección Educativa, quienes actúan como un control formalista y purista, persiguiendo a los centros que se encuentran fuera de la normativa.

Se nos presenta a la Escuela Jesuita y su proyecto educativo innovador como una iniciativa de cambio, “Horizonte 2020” (el alumno es el centro del modelo educativo, quien de forma autónoma y activa trabaja en “proyectos” que favorecen el aprendizaje experiencial y cooperativo, enmarcado todo ello en un concepto nuevo de escuela más flexible). Basado en un cambio de arriba a abajo en el modelo educativo, una apuesta a lo grande, en palabras de Xavier Aragay (Dtor. Gral. FJE):

“ … las pequeñas innovaciones no conducen a un gran cambio …”

Nos encontramos con una esperanza en cuanto a la innovación educadora en la Escuela Jesuita, independientemente de su condición religiosa y de enseñanza privada, lo que nos lleva a plantear si esta misma experiencia hubiera sido aprobada y aplaudida en una institución laica y pública. Se han planteado el abandono de las pedagogías visibles, jerárquicas y magistrales, en favor de una pedagogía “invisible”, sin una clasificación fuerte de currículo y sin parcelación del conocimiento en asignaturas. Han conseguido eliminar las asignaturas, los exámenes y los horarios de sus colegios. Además de esto han creado una nueva etapa intermedia que engloba desde quinto de primaria hasta segundo de la ESO (las mismas edades que contemplaban los cursos desde 5º a 8º de EGB)  y han derribado las aulas para crear salas diáfanas y amplias. Esta nueva forma de didáctica propuesta por los Jesuitas ha convencido a los padres.



Se debe abandonar el formato de escuela fábrica por ser inadaptado e injusto en una sociedad en crecimiento y en innovación. Nuestra educación, como bien señala Xavier Martínez lleva herida desde hace dos siglos, cuando comenzó un conflicto de fuerzas antagónicas sin que ninguna sea capaz de asentarse y vencer. Es ahora el momento de superar este conflicto para conseguir crear un modelo de escuela democrática y creativa adaptada a los requisitos de la sociedad de la época y que cuente con el consenso de todos los implicados.

¿Conseguiremos en algún momento que nuestros políticos no se centren solo en cambios de legislaciones sino también en el cambio de la escuela tradicional?


La innovación es como una tela de araña, en la que si movemos alguno de sus puntos el resto también se ve afectado por dicho cambio, no se puede producir de forma aislada, quizá por eso da tanto miedo, pero debemos luchar por la excelencia educativa más allá de las condiciones políticas del momento, y para ello es fundamental contar con la enseñanza pública e igualitaria.

lunes, 11 de mayo de 2015

Reflexionar y preguntarnos para aprender

"El darwinismo convirtió la biología en una visión sórdida y cruel de la vida" por Angel Petricca


Máximo Sandín  es Doctor en Ciencias Biológicas y en Bioantropología. Fue profesor de la Evolución Humana y Ecología en el Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid, a pesar de que actualmente está retirado, ya que se jubiló antes de que se estableciera el plan Bolonia.


El titulo de su artículo “El darwinismo convirtió la biología en una visión sórdida y cruel de la vida”, nos hace pensar que durante el mismo se nos darán argumentos necesarios para desmontar una teoría tan asentada como es el darwinismo y en cierto modo lo consigue.

En un primer momento establece una crítica hacia la figura de Darwin y lo que este supuso para la biología, llegando incluso a decir que “Darwin constituyó una catástrofe para la biología”, para seguir criticando más tarde su método científico. Sandín para realizar estas críticas se basa en la evolución de la hipótesis de Darwin a medida que participan en ella diferentes biólogos o personas especializadas. Como forma de reforzar su teoría y la de otros biólogos, también nos habla de que los seres humanos somos “bacterias y virus” o de enfermedades genéticas, como otra forma de rechazar la teoría de la evolución de Darwin.

Al comienzo del artículo, el propio autor te advierte que se trata de un artículo dirigido para aquellas personas abiertas a nuevas ideas y que no tienen miedo a que sus ideas se confronten con otras. Además también se nos advierte de que se trata de un articulo lleno de nombres, fechas, ideas y muchas explicaciones (quizá este último aspecto no este del todo desarrollado, ya que en el articulo aparecen un sinfín de teorías y de nombres que después no quedan del todo explicado). En mi opinión se trata de un gran comienzo como forma de atraer al lector.

También esta forma de empezar el artículo nos ayuda a establecer una explicación a nivel educativo. Ya que a pesar de ser un artículo un tanto lioso en su lectura, está pensado para crear ciudadanos críticos, por lo que tiene relación con la enseñanza critico-reflexiva. Esto se debe en mi opinión a que se cuestiona el darwinismo, teoría que hasta el momento se trataba de un dogma incuestionable, lo que ayuda al alumno a preguntarse por todo lo que le rodea y no admitir las teorías implantas en una educación tradicional.


Debemos reflexionar y preguntarnos para aprender, algo que sin duda consigue el artículo. 

Las colonias escolares durante la Guerra Civil

Les trajo la Guerra. En trágicas caravanas, aun perseguidos por la muerte fascista, los niños salieron de su Madrid volviendo constantemente la cabeza (...)
A. Serna




Los conflictos armados siempre tienen como protagonista involuntario a los niños, que pasa a ser el auténtico perdedor.  Debido a esto, durante el periodo de entreguerras, surgen una serie de instituciones que convocan a las naciones a la protección y a la solidaridad con la infancia. España, a partir del 18 de julio de 1936, apelará a esta conciencia para evitar males mayores a su población infantil. Con esto se emprenden diversas acciones para amparar a los niños de los efectos de la Guerra.

La primera de estas medidas será la evacuación de los civiles, de forma espontánea u organizada, de las zonas de conflicto hacia otras más salubres y seguras. Se crea en este momento un Comité de Refugiados por decreto de la Presidencia del Gobierno, cuya misión era la evacuación de niños, mujeres y ancianos. Esta evacuación ponía especialmente atención en los niños, que se trasladaban de forma dolorosa e incómoda en cualquier medio de transporte para alejarlos de los horrores de la guerra.



Cómo la mayoría de estos niños evacuados se encontraban en edad escolar, a partir de 1937, el Ministerio de instrucción Pública tomó las riendas de la evacuación habilitando el Sistema de Colonias, para que además de atender las necesidades básicas de la población infantil (alimento, higiene, educación, etc.), rodear al niño del cariño y del calor del hogar perdido.

Estas Colonias se instalaron sobre todo en la zona de Levante, Cataluña, Murcia y Almería, al poseer un mejor clima y por haber sido sofocada la rebelión militar por las fuerzas gubernamentales. Casi la totalidad de las colonias fueron levantadas a partir de edificios ya existentes, que reunían la posibilidad de acondicionamiento. Se trataba de mansiones señoriales, caserones, palacios o fincas cuyos dueños habían huido a la zona franquista o al extranjero.


Oficialmente, las Colonias estaban organizadas en dos clases o regímenes, colectivo o familiar. Las colonias colectivas estaban concebidas para un número entre 25 y 100 niños, donde los niños y niñas eran acogidos dentro de una atmosfera familiar, propiciado por el trato afectuoso y paternal del profesor/a. Sin embargo, las colonias en régimen familiar fueron una solución de emergencia al problema de la evacuación infantil, lo que suponía que los niños y niñas  eran admitidos en las casas particulares de determinadas familias. Por cada 50 o 60 niños acogidos, se nombraba a un maestro responsable que controlaba sus necesidades de instrucción y observaba su desenvolvimiento de su vida, tanto material como espiritual.

Estas colonias pretendieron de alguna manera sustituir la escuela que durante la guerra no podría continuar con su misión. Si estas Colonias, como ya hemos dicho anteriormente, debían integrar la vida familiar y la educación, se debía seleccionar al personal adecuado con ambas cualidades, misión en muchos casos complicada porque muchos de ellos se encontraban en escuelas nacionales o estaban en el frente en las “Milicias de la Cultura”. Se abrió en 1937 un concurso para cubrir 500 plazas de Auxiliares docentes, al que pudieron optar maestros de primera enseñanza, puericultores, bachilleres, titulados de enseñanzas profesionales, aquellos que tuviesen años de carrera aprobados, y en general, toda persona comprendida entre los 18 y los 40 años”.



Estos profesores guiarían el programa oficialmente establecido, insistiendo en que los niños deberían tener una enseñanza activa, aunque los niños no van a la escuela propiamente dicha, porque su finalidad no era instruirles, sino educarles.

“Alternarán los trabajos individuales, con los hechos en grupos, para que aprendan a desarrollar sus propias habilidades al mismo tiempo que se acostumbran a cooperar en un trabajo común

Esta nueva forma de vida en común, que se desarrolla en escenarios nuevos para el niño, le posibilita entrar en contacto con otros muchachos con los que vive, asimilando conductas societarias, y por otro lado,  contemplar y experimentar cosas y sensaciones diferentes.


“Los niños refugiados
llevan la guerra colgada
del semblante, y en los puños
el coraje de la raza.
No saben odiar y saben
los odios de la metralla,
las amarguras del llanto
de la madre atribulada,
y la ausencia de los chorros
alegres de su garganta.
Saben del hambre y del frío
clavados en sus entrañas,
y saben en los semblantes
ver el fondo de las almas …”



Bibliografía:

- Crego Navarro, R (1989). Las Colonias Escolares durante la Guerra Civil (1936-1939) en espacio tiempo y forma, Serie V, Hª Contemporánea, nº2.
- Fernández Soria, J:M. La Asistencia a la infancia en la guerra Civil. Las Colonias Escolares. Universidad de Valencia



martes, 14 de abril de 2015

14 de Abril de 1931

Hoy 14 de Abril, día de la república, me gustaría recordar lo que la República lucho por una educación igualitaria para todos y para todas

La escuela en la II República